Ingredientes
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1 mediana Cebolla
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1 pequeño Pimiento rojo
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250 gr GambasPeladas
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1 vasito Agua
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100 gr Harina de trigo
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750 ml LecheEntera
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100 gr MantequillaSe puede cambiar por aceite de oliva
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250 ml AguaDe cocer los mejillones
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Pan rallado
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2 unidades Huevo
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Nuez moscada
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Sal
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CayenaMolida
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Pimienta
Indicaciones
Hay recetas que cuestan más de hacer que otras, algunas veces por técnicas, otras por falta de «entrenamiento» y otras son por puro tema psicológico. Este es el caso de la receta de mejillones tigre que traigo hoy y es que los mejores que he probado en mi vida, teniendo en cuenta que no soy fan de ellos, han sido los de mi abuela Antonia que ha fallecido recientemente (te quiero abuela).
Quizá lo más complicado, por llamarlo de alguna manera, es hacer la bechamel, pero como ya hemos explicado en otras recetas, es fácil de hacer.
Vamos allá:
Pasos
1
Hecho
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Los mejillonesLo primero es cocer los mejillones. Les limpiamos bien las barbas y la parte de fuera la raspamos con un cuchillo. Una vez hecho esto los ponemos en una olla con el medio vaso de agua y la tapamos. La ponemos a fuego fuerte y una vez empiece a hervir esperaremos 2 minutos o hasta que se abran todos los mejillones. No hay que cocerlos mucho. Cuando esté hecho esto, dejar que se atemperen y reservar el caldo que usaremos después. Retiraremos la cáscara y la guardamos para la presentación. Picamos el mejillón y la gamba cruda pelada a cuchillo no muy finos y reservamos. |
2
Hecho
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Bechamel con caldoEn una olla echamos los 100 ml de aceite y cuando esté caliente echamos la cebolla picada finita en brunoise con un pellizco de sal y de pimienta que ayudan a su deshidratación. Cuando se dore un poco añadimos el pimiento cortado en dados pequeñitos y esperamos a que todo se poche. Parecerá que es mucho aceite pero es el que usaremos directamente para la bechamel. Ahora es el turno de la harina. La añadimos a la cebolla y los pimientos friéndola al gusto. A mi me gusta que se quede amarillita para que la bechamel salga bien rubia y se le quite ese sabor a crudo que tiene. En cuanto tenga el punto de tostado que queremos añadimos de golpe los 750 ml de leche caliente y removemos con unas varillas (o con una cuchara). Enseguida añadimos el caldo también caliente y veréis que cuando quiera volver a hervir todo, se espesará. Es el momento de corregir de sal, de pimienta, echar la cayena y rallar la nuez moscada al gusto. (La prefiero recién rayada a la que viene molida) |
3
Hecho
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Démosle caña al brazoEchamos los mejillones y las gambas picadas y ahora toca tirar de brazo. Bajaremos el fuego a la mitad (En mi vitro que va de 0 a 9 la pongo entre el 4 y el 5). Y con una cuchara de madera toca remover sin parar durante 20 minutos a un ritmo constante y suave. Os iréis dando cuenta que está lista cuando la masa se separe casi sola de las paredes de la olla. TRUCO: Parece una tontería pero a mi personalmente me gusta removerlo siempre hacia el mismo lado. Cuando esté lista vertemos la masa en una fuente y la dejamos enfriar a temperatura ambiente (Lo ideal es dejarla 24 h) |
4
Hecho
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A freírVamos a freír y es exactamente igual que en la receta de las croquetas que he mencionado antes: Usaremos tres platos. En uno pondremos la harina, en otro los dos huevos y en el tercero el pan rallado. Calentamos una sartén con suficiente aceite para que cubran los mejillones. Llenaremos las cáscaras de los mejillones que hemos guardado antes con un buen trozo de bechamel. Acto seguido lo pasaremos por harina, huevo y pan rallando. Las freiremos con el aceite alegre hasta que se doren. Si no se cubren por completo con el aceite, darle la vuelta un minuto antes de sacarlos y al hacerlo aconsejo ponerlos sobre unas servilletas de papel para que suelten el exceso de aceite. Solo queda coger la cuchara y a comer. Os aviso que hagáis unos cuantos porque son un vicio. |